31 julio 2007

Información gratuita

Detesto la información gratuita. Hay muchas personas, que cuando entablan una conversación, como si de una obra de teatro se tratase, encauzan la cosa de tal manera que "dan el pie" a su interlocutor para arrancar un monólogo egocentrista.

Por ejemplo. Esta mañana, en la peluquería, (ese lugar en el que de vez en cuando intento domar lo indomable) había una señora acicalándose. Cuando ha terminado, le ha preguntado a la peluquera qué horario tenían porque su marido quería cortarse el pelo. Y cuando la chica le dijo que cerraban a las 20:30 pero que al ser un hombre, (por aquello de que hay menos que peinar), lo podrían coger a última hora en un ratillo, la pobre peluquera incauta le "dió el pie" de la siguiente manera "¿a qué hora le viene bien a él?" A lo que la megapepi respondió:

"Es que, como es capitán de un yate en Puerto Banús, no tiene hora fija".

Y digo yo, ¿no sería más normal haberse quedado con lo último? ¿era necesario que todos supiéramos que su marido es capitán de un yate (no de un barquillo normal y corriente) en Puerto Banús (cuna del glamour en decadencia)? Porque digo yo, si su marido fuera encofrador de una promoción de VPO en Estepona, o camarero de un chiringuito en Sabinillas, seguramente tampoco tendría un horario fijo y seguro que no construiría la frase igual.

Imagináos que váis a la carnicería con esa mujer y le preguntan, ¿qué desea? Supongo que ella te dirá "como mi hijo es ingeniero pues ponme cuarto y mitad de jabugo, que igual viene con hambre".

Este es un caso de los muchos que se suelen dar con gente que padece el "síndrome de alardeo incontrolado" y que habitualmente suele responder al perfil de pijo nuevo rico. Abrid bien los ojos, veréis como encontráis más casos como el de la capitana de yate consorte.

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